Reunidos en la sala de juntas, siendo las 9 y media de la noche del día señalado dimos inicio con el protocolo acostumbrado: enunciado, propuesta de autonomía, compartimiento de experiencias y para finalizar se leyó la reflexión diaria y se invito a los presentes a repetir la oración de la serenidad y la declaración de la responsabilidad.
"El lector probablemente ya se habrá preguntado por qué todos nosotros nos enfermamos por la bebida. Sin duda sentirás curiosidad por descubrir cómo y cuándo, en contra de la opinión de los expertos nos hemos recuperado de una irremediable condición del cuerpo y de la mente. Si tú eres un alcohólico que quiere sobreponerse a esa condición, tal vez ya te estés preguntando: “¿Qué es lo que tengo que hacer?”. La información es gratuita.
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